Algunas personas con espina bífida pueden ambular (caminar) sin mucha dificultad, mientras que otras tal vez tienen que usar aparatos ortopédicos o dispositivos de asistencia tales como muletas o sillas de ruedas.
La movilidad se define como la capacidad que tiene una persona para desplazarse (moverse de un lugar a otro) dentro de su entorno y comunidad. La movilidad se puede lograr de diferentes maneras. En el caso de niños y adultos con espina bífida, el nivel de la lesión y el daño a la médula espinal son los principales factores que definen el potencial de movilidad de la persona.
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